CRECER ORGANIZADAMENTE
Las travesías del JeepClub crecen en participantes y en organización

Crecer no es, "per se", necesariamente bueno. La historia de la humanidad
está repleta de fracasos "por exceso": empresas, sociedades, ejércitos,
diferentes colectivos que han querido estirar más el brazo que la manga, ir
más allá de sus posibilidades, y, por este pecado de ambición, han
sucumbido. En el mundo actual cada vez está más claro que el desarrollo sin
límites es, a la larga, la sentencia de muerte del planeta.
Por tal motivo, las más modernas doctrinas políticas trabajan con el concepto de
"crecimiento sostenible". Esto es, acotar el crecimiento técnico y
demográfico para que no suponga una amenaza sobre dos ejes fundamentales del
progreso: la calidad de vida y el medio ambiente.

Este es también el modelo de crecimiento de Jeep Club. No queremos que ser
más gente implique disfrutar menos. Y lo estamos consiguiendo. En su primer
año de travesías abiertas a todos los públicos -nos avala una larga historia
de actividades privadas- el número de participantes no ha parado de crecer.
El tercer fin de semana de la temporada de enero en Pinamar ha sido el más
concurrido, pero ello no ha ido en detrimento de la organización. Cabía el
riesgo de que el incremento de vehículos conllevara problemas: falta de
contacto directo con los participantes, riesgo de accidentes o extravios,...
desorientación general. Pero no ha sido así. Más de 30 camionetas el sábado
y 50 el domingo han dibujado la particular serpiente de colores
del Jeep Club sobre los médanos de Pinamar. Pero si quantitativamente no
paramos de mejorar, también crecemos qualitativamente. Fruto de la
experiencia y del diálogo con los participantes, el personal de Jeep Club
también se ha perfeccionado. Ha sabido jerarquizar la información previa a
los participantes según su grado de experiencia, optimizar la asistencia
técnica y mejorar la dirección en ruta de la travesía. Asimismo, también han
mejorado los aspectos que podríamos definir como "sociales": sorteos de
remeras, el cocktail después de la travesía, etc... Todo con el propósito
que los participantes la pasen bien y que, todos,
nos conozcamos mejor descubriendo esos vínculos que,
como amantes del mundo del 4x4, seguro compartimos.

En definitiva, el Jeep Club crece, pero se empeña en poder "sostener" este
crecimiento para no perjudicar su principal activo: el disfrute de sus
miembros. Y estén seguros que vamos a conseguirlo, no por la vía de las
limitaciones de participantes, sino por la de la organización y incremento
de prestaciones para sus socios.
Esperamos verlos de nuevo en los próximos dos fines de semana.