Córdoba, 25 de Mayo 2002 Travesia solidaria "los chicos nos esperaron otra vez..."

Ya volvimos de Córdoba, compartimos un festejo tan especial, con los alumnos, maestros,
colaboradores, y nuestra anfitriona Esmeralda, directora de la escuelita, y de nuestra:
"travesia al corazón!"... una travesia donde se unió la aventura, fuerza, espíritu Jeepers para lograr un objetivo tan fuerte como solidario, tan emotivo e inolvidable, y perdurable con las imágenes que no dejamos de registrar en cada paso, de aquellos días por las sierras córdobesas.
Por eso en breve estarán todas las imágenes en la página de Jeep Club, junto a los relatos de ésta gran experiencia... hasta entonces!


Mientras tanto, un pequeño-gran relato...

Era viernes 24 de mayo y comenzaba a cumplirse la Opción salida en caravana, desde Buenos Aires, en puerta de Jeep Club...

Gracias a DaimlerChrysler, que nos acompañó en este evento, también la amable gente del taller, al fin se libraban de la inmensa cantidad de cajas, y más cajas, bolsas, y cajitas, todas conformando el equipaje de los viajeros, con la gran aportación de la Cruz Roja , y otros entusiastas colaboradores, tuvimos que solicitar ayuda a los viajeros: para poder trasladar tal grandiosa cantidad de cosas!!!. Vehículos cargados partían al son de la caravana hacia nuestro gran destino:

Córdoba.

Casi cumplido el horario: 10 de la mañana, y la principal consigna no conseguida: tanque lleno, pero si la segunda que nunca nos abandonó: "espíritu Jeeper" en alto... y allá vamos...!

Acompañados por nuestros fieles custodios a lo largo de todo el viaje: la cruz roja, que además fuimos sus invitados de honor en cada peaje... gobernaban la caravana: Enrique a bordo del nuevo Jeep Cherokee, junto a la mascota de Jeep Club, el simpático Wrangler a cargo de Fabio, para seguir nuestro trayecto, largo, pero intenso hacia...

Córdoba, Villa General Belgrano.

Llegamos a este pintoresco pueblo, donde ya nos invadía la sintonia de amistad Jeeper, que habíamos conseguido comunicándonos por radio, a lo largo de todo el camino, sobretodo por la incansable risa y colaboración de nuestro socio, ahora amigo: Juan Gallo.

Ya en el punto de encuentro nos despedíamos para descansar, luego de conocernos personalmente al fin, Jeepers Cordobeses, de Buenos Aires, otros Santafecinos, Entrerrianos, un Sanjuanino, Mendocinos, y Pampeños...

Eran las 7:30 del 25 de mayo, Jeep tras Jeep, calcos del club en cada participante, luego de las demás presentaciones, Lu, Caro, Carmen, Luis, y todo el equipo Jeep Club, ya en fila, atentos al ojo de nuestro fotógrafo Tomi, frecuencias sintonizadas, partíamos al son del ritmo "alegre" del tío Nelson, guia hacia la escuelita albergue Ceferino Namuncurá, instructor incansable, que junto a sus "secuaces" nos marcaban el camino...

...por conquistar, de los 44 vehículos que conformaban la caravana solidaria, atravesando la niebla, hacia

Las Altas Cumbres.

Un primer camino de tierra, hasta la ruta nos dirigió a las Altas Cumbres, que une Mina Clavero con Villa Carlos Paz, es el contacto que tiene la escuelita con la civilización, ahí, nace el camino hacia los 2.500 metros sobre el nivel del mar, que fuimos trepando, Jeep mediante, entre rocas, arroyos, por la Pampa de Achala, mientras apenas percibíamos en algunas curvas un pequeño punto rojo (color del techo de la escuela) en medio de la inmensidad de las sierras, ese era nuestro destino:


Escuela rural Ceferino Namuncurá. Los Cerros. Pampa de Achala.

Los 40 kilómetros que separan el camino de altas cúmbres con la escuela rural Ceferino Namuncurá, son dignos del todo terreno, la huella presentaba imperfecciones por casi todo el recorrido, cortadas por causes de agua producto de las lluvias, grandes piedras para trepar, curvas y contracurvas con el suelo muy suelto.

El espíritu Jeeper se cumplió, se sintió, por ser el único medio (además de los caballos) para poder acceder, y así poder trasladar las colaboraciones... que esperaron su turno de llegada.

El padrino de la escuelita, nuestro experimentado guia local, que nunca dejo de relatarnos el recorrido, nos acompañaba una vez más en la entrada a la escuelita, al son de los saludos sonrientes de los 81 chicos.
Quienes nos regalararon una fuerte sensación de colaboración con agradecimiento. Por el acto autóctono que nos brindaron, con un reencuentro abandonado con nuestra patria, lleno de talento, gracia y dulzura.

Llegó la comunitaria comida, delicioso locro, luego de empanadas, nos dieron fuerza para la oficial entrega de nuestras colaboraciones, nuevamente en fila: bajamos los elementos transportados. Que tanto ayudarán a la educación, al día a día de estas personitas que nos dieron tal experiencia; llena de emoción y orgullo. Por haber conseguido la unión entre aventura todo terreno con la ayuda al prójimo. Este era nuestro lema, y lo cumplimos...

Gracias!. Y ojalá sigamos por este camino.
Caro, de Jeep Club

Junto a sus sonrisas contagiosas, acompañaban a los conductores, a pegar un corazón en cada Jeep... en agradecimiento por nuestra ruidosa visita.

 

"2° día..."